A continuación te presento una pequeña fábula de Augusto Monterroso (Guatemala)"La Rana Auténtica". La idea es que a partir del cuento aportes nuevas ideas; es decir, lo transformes, dejando viva el "alma" del cuento.
Sé que lo harás muy bien... adelante!!
Había una vez una Rana que quería ser una Rana auténtica, y todos los días se esforzaba en ello. Al principio se compró un espejo en el que se miraba largamente buscando su ansiada autenticidad.Unas veces parecía encontrarla y otras no, según el humor de ese día o de la hora, hasta que se cansó de esto y guardó el espejo en un baúl. Por fin pensó que la única forma de conocer su propio valor estaba en la opinión de la gente, y comenzó a peinarse y a vestirse y a desvestirse (cuando no le quedaba otro recurso)para saber si los demás la aprobaban y reconocían que era una Rana auténtica. Un día observó que lo que más admiraban de ella era su cuerpo, especialmente sus piernas, de manera que se dedicó a hacer sentadillas y a saltar para tener unas ancas cada vez mejores, y sentía que todos la aplaudían. Y así seguía haciendo esfuerzos hasta que un día, dispuesta a cualquier cosa para lograr que la consideraran una Rana auténtica, se dejó arrancar las ancas, los otros con prontitud empezaron a comérselas. Ella todavía con amargura, alcanzó a oir cuando decían: ¡Qué buena Rana, esta que parecía pollo!
La autenticidad no radica en ser lo que otros quieren que seamos; sino en hacer lo que aflore en nuestro ser y nos haga sentir sentir libres.
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